La vida consiste en equivocarse, cada uno a su manera. -Manuel Vicent-

Es preciso tener un caos dentro de sí para dar a luz una estrella fugaz.-Nietzsche-

La vida es una mezcla de aquello que deseamos hacer con ella y aquello que somos capaces de hacer con lo que ella nos trae.-Sergi Bellver-

viernes, 29 de febrero de 2008

In-comunicando

Cuando el silencio sustituye a las palabras
el amor huye y se esconde
en el rincón
de las cosas que ya no tienen remedio.

El alma se queda
sentada junto al teléfono
inerme y solitaria
a la intemperie
bajo una lluvia de vacíos.

El amor sabe disfrazarse.
Acaso quien te colgó
no quiere aprender
a llamar a las cosas por su nombre
y el auricular mudo no es más
que el ropaje de la cobardía.


A veces el amor
estalla entre las manos
y colgar es el modo
de no tener que escuchar.

Las palabras son sólo para los valientes.
Como la verdad.

Acaso quien te colgó
una vez te quiso.

A menudo el amor
adopta formas extrañas
como un silencio
al otro lado del teléfono.

domingo, 24 de febrero de 2008

Inmediateces (III)

SE BUSCA SUSTITUTO


Si hubiese alguien
dispuesto a sustituirme
en esta tarea de existir
entonces yo
podría por fin
descansar de mí misma.

viernes, 22 de febrero de 2008

Cuando fuiste Bob

1. Poema inspirado (en parte) por la lectura del cuento “Bienvenido, Bob”, de Juan Carlos Onetti


CUANDO FUISTE BOB


¿Qué hiciste de Bob, dime?
Por más que busco ya no le encuentro.
En este tú de ahora sólo está Roberto.
¿Quién lo mató?
Dirás que fue la rutina, la realidad, el mundo.
O tal vez me eches la culpa
por no haber sabido quererte,
por convertirme en la versión de Inés
que sólo era un “no” alrededor.
Yo te digo que fue un suicidio en propia mente
la negación más profunda del que quisiste ser algún día
la desolación más desolada de quien siempre buscó perder (se).
Roberto es uno más,
deshecho ya desde su más oscura infancia,
elegido por la derrota
hace ya mucho tiempo,
mucho,
mucho antes incluso de ser Bob.
Vuelve, Bob, gritan todos.
Pero Bob ya no puede oirles.
Se volvió Roberto
y ya no hay vuelta atrás.


2. Para quien no conozca el cuento: antecedentes

(NARRADOR): “Es seguro que cada día estará más viejo, más lejos del tiempo en que se llamaba Bob, del pelo rubio colgando en la sien, la sonrisa y los lustrosos ojos de cuando entraba silencioso en la sala (...)

Igualmente lejos – ahora que se llama Roberto y se emborracha con cualquier cosa, protegiéndose la boca con la mano sucia cuando tose – del Bob que tomaba cerveza, dos vasos solamente en la más larga de las noches, con una pila de monedas de diez sobre su mesa de la cantina del club, para gastar en la máquina de discos. Casi siempre solo, escuchando jazz, la cara soñolienta, dichosa y pálida (...)

(BOB al narrador): “Usted no se va a casar con mi hermana Inés porque usted es viejo y ella es joven. Usted es un hombre hecho, es decir, deshecho, como todos los hombres a su edad cuando no son extraordinarios. Claro que usted tiene motivos para creer en lo extraordinario suyo. Creer que ha salvado muchas cosas del naufragio. Pero no es cierto”.

(Narrador): “Yo miraba a Inés y era ‘no’, sabía que era ‘no’ todo el aire que la estuvo rodeando”

“Ahora hace cerca de un año que veo a Bob casi diariamente, en el mismo café. Cuando nos presentaron – hoy se llama Roberto – comprendí que el pasado no tiene tiempo y el ayer se junta allí con la fecha de diez años atrás (...) Era trabajoso escarbar en la cara, las palabras y los gestos de Roberto para encontrar a Bob y poder odiarlo.

Cuando iniciamos esta segunda amistad que espero no terminará ya nunca, dejé de pensar en toda forma de ataque (...) Mi odio se conservará cálido y nuevo mientras pueda seguir viendo y escuchando a Roberto; nadie sabe de mi venganza, pero la vivo, gozosa y enfurecida, un día y otro. Hablo con él, sonrío, fumo, tomo café. Todo el tiempo pensando en Bob, en su pureza, su fe, en la audacia de sus pasados sueños. Pensando en el Bob que amaba la música, en el Bob que planeaba ennoblecer la vida de los hombres construyendo una ciudad de enceguecedora belleza; el Bob que no podía mentir nunca; el Bob que proclamaba la lucha de jóvenes contra viejos, el Bob dueño del futuro y del mundo. Pensando minucioso y plácido en todo eso frente al hombre de dedos sucios de tabaco llamado Roberto, que lleva una vida grotesca, trabajando en cualquier hedionda oficina, casado con una gorda mujer a quien nombra “mi señora”; el hombre que se pasa estos largos domingos hundido en el asiento del café, examinando diarios y jugando a las carreras por teléfono.

No sé si nunca en el pasado he dado la bienvenida a Inés con tanta alegría y amor como diariamente doy la bienvenida a Bob al tenebroso y maloliente mundo de los adultos”.


3. El cuento completo (sólo para letraheridos)

miércoles, 20 de febrero de 2008

Máscaras, Madrid y Circular 07

Sobre máscaras y la vida en ciudades como Madrid.

( Fragmento de CIRCULAR 07. LAS AFUERAS.[Obra en marcha] , de Vicente Luis Mora.)


"Sí, yo también creí que esto era el paraíso, pero después de tres años viviendo aquí, ya sé que no hay paraísos. En Madrid, libertad y soledad se confunden... Si se es una persona triste, un desplazado, un solitario, en Córdoba los demás rápidamente le rechazan: es uno menos. En Madrid, es uno más. Como en un inmenso teatro de máscaras de esos que escribimos a veces, aquí todo el mundo lleva una cara por fuera que esconde la otra, la que le pertenece y que no quiere que nadie vea, que es normalmente la de alguien que ha puesto la confianza en otra persona, y ha sufrido, y ya no quiere sufrir más. La de alguien que, viviendo absolutamente solo, controla su propio nivel de dolor y evita de ese modo un dolor súbito, concentrado e insoportable, como el que ya le sacudió una vez. Zombis sentimentales buscando por las bravas sexo, dinero, futuro, sin importar quién pueda quedar en el camino. Gente que hará cualquier cosa por que no sepas quiénes son. Gente a la que no le preocupa, no lo dudes, quién seas tú".

Aravaca. Editorial McGraw-Hill
CIRCULAR 07Editorial Berenice, 2007

lunes, 18 de febrero de 2008

Inmediateces (II)


CHANTAJE

Te escribo un poema
a cambio de un beso.
Otra vez estoy haciéndote chantaje.
Aunque al final
siempre eres tú
quien se queda con el poema
y yo
sin el beso.

sábado, 16 de febrero de 2008

Corazón retráctil

Salí del caparazón
y me quedé desnuda.

Me acerqué
y pinchaste.

Me sentí vulnerable
y me dio vergüenza.

No importa.

Construiré otro.

Volveré a las máscaras
que reflejan
la que no quiero ser.

Ya lo he hecho antes.

Y no pasa nada.

jueves, 14 de febrero de 2008

Anatomía de Grey



Ser consciente de tu mierda y poder superarla son cosas distintas


- Christina ambiciosa Yang - (a Meredith Grey)



Christina se estaría preparando, estudiando. Yo sólo puedo pensar en el paciente, en cómo se siente, en lo que piensa. Soy demasiado blanda.


- Izzie empatía Stevens - (antes de operar a un paciente a corazón abierto sólo con anestesia epidural)



Grey (voz en off):


Todos deseamos creer que podemos comernos el mundo.

Pero no somos tan fuertes.

Debemos aceptarnos.

A veces debes permitirte no ser fuerte por un día.

No hay que intentar comerse el mundo a todas horas.

No pasa nada por bajar la guardia en algunos momentos.

Siempre que los elijas con inteligencia.



Comentario 1:


Entiendo a Izzie. Siempre se implica con los pacientes. Yo tampoco he aprendido todavía a no implicarme.


Comentario 2:


¿Elegir con inteligencia (las personas, los momentos)? ¿Es que alguien es capaz? ¿Es que de verdad se puede elegir?



Catorce de febrero

DIME COMO LO HAGO YO





(Revólver)

No me vengas con que el tiempo
cura todo y bla, bla, bla
porque lo único que hace es engañar
y las heridas son las mismas una a una y mil a mil
escondidas pero siempre están ahí
y ahora díme que lo olvide como lo olvidaste tú
que mañana volverá a salir el sol.

Y aunque sé que nadie escapa de haber sido lo peor
yo también pero tú ahora dime cómo lo hago yo.


No sé bien que es lo más fácil, no sé de qué agua beber
si ser víctima en silencio o verdugo a toda voz
no me digas que no importa, que fue una estupidez
yo decido cómo y cuándo estrujarme el corazón.

Fuera todo lo aprendido: confianza y lo demás,
¿cómo arreglar el desastre que ahora soy?


Y aunque se que nadie escapa de haber sido lo peor
yo también pero tú ahora
dime como lo hago yo
yo también pero tú ahora
dime como lo hago yo.

Y las dudas a mis años me atraviesan
porque no sé si uno es como se ve
con su parte mala o buena hasta los huesos
o quizá sea tan solo como tú me quieras ver
devastado como un piso por el fuego y el calor
encharcado como nuestra habitación.

Y aunque se que nadie escapa de haber sido lo peor
yo también pero tú ahora
dime como lo hago yo
yo también pero tú ahora
dime como lo hago yo...



CODA.- De todas formas, enhorabuena a los afortunados.

martes, 12 de febrero de 2008

TS 2.3 Crónica en tres partes (FINAL)

III

ya no sé quién guía las teclas
de las que surgen estos versos
no son mis manos:
las perdí dentro de otro cuerpo

vuelvo a un refugio
donde tampoco estoy a salvo
de dudas de alquiler
de deudas futuras que no deseo

parpadeos negro sobre blanco
gritos estrangulados en red
pensamientos coagulados de imprecisiones
radiografías de rostros inexistentes
mejor imaginar que asumir certezas

distancias necesarias
peligro: no tocar
hay demasiado material explosivo aquí dentro

un día de estos
me inmolaré con vértigo suicida

no sé si te gustará
recoger mis despojos.

FIN
Poema completo:
Madrid, 4 de febrero de 2008

El universo sobre mí

AMARAL
Sólo queda una vela
encendida en medio de la tarta
y se quiere consumir.

Ya se van los invitados,
tú y yo nos miramos
sin saber bien qué decir.

Nada que descubra lo que siento,
que este dia fue perfecto y parezco tan feliz,
nada como que hace mucho tiempo
que me cuesta sonreir

Quiero vivir,
quiero gritar
quiero sentir
el universo sobre mi.
Quiero correr en libertad
quiero encontrar mi sitio

Una broma del destino
una melodía acelerada
en una cancion que nunca acaba,
ya he tenido suficiente
necesito a alguien que comprenda
que estoy sola en medio de un montón de gente

Qué puedo hacer...
Quiero vivir, quiero gritar Quiero sentir el universo sobre mi Quiero correr en libertad
Quiero llorar de felicidad Quiero vivir
Quiero sentir el universo sobre mi
Como un náufrago en el mar
quiero encontrar mi sitio
sólo encontrar mi sitio.

Todos los juguetes rotosTodos los amantes locosTodos los zapatos de charolTodas las casitas de muñecasDonde celebraba fiestas Donde solo estaba yo

Quiero vivir, quiero gritar Quiero sentir el universo sobre mi Quiero correr en libertad Quiero llorar de felicidad Quiero vivir Quiero sentir el universo sobre mi como un naufrago en el mar Quiero encontrar mi sitio Sólo encontrar mi sitio Quiero vivir, quiero gritar Quiero sentir el universo sobre mi Quiero correr en libertad Quiero llorar de felicidad Quiero vivir Quiero sentir el universo sobre mi Como un náufrago en el mar
Quiero encontrar...
..Mi sitio...

Sólo queda una vela encendida en medio de la tarta y se quiere consumir

lunes, 11 de febrero de 2008

TS 2.2. Crónica en tres partes (II)

II

me escribe historias que no he pedido
me exige veredictos
sin ser juez ni parte alguna
de delirios adolescentes
que no van conmigo

Camarero, otra cerveza
no hay chicas en esta barra
la realidad no es como en las películas
aquí nunca pasa nada

mejor irse a dormir
al calor de la resaca
mi banda sonora
no es la del hilo musical
enloquezco con mis propios silencios

mañana he de tomar un avión
y me conviene estar despierto
mejor no enredarse
en ensoñaciones absurdas

sé que ella no pilotará mi regreso
a otra parte que no es ninguna
sólo veo
mujeres rubias en el aeropuerto

domingo, 10 de febrero de 2008

"La soledad"

EL RIGOR DE LA VIDA
por Javier Ocaña


La vida es eso que nos pasa entre el tiempo que hacemos cola para sacar dinero del banco y el que acontece mientras preparamos la cena; eso que nos pasa entre que nos duchamos y vamos al médico para consultar una dolencia; eso que nos pasa entre el momento en que discutimos con un familiar por un tema económico y el que transcurre planchando una montaña de ropa; eso que nos pasa entre una banal llamada telefónica en la que apenas escuchamos a nuestro interlocutor y un largo trayecto en autobús con la mirada perdida. La vida es eso importante, trascendente, que nos pasa entre una retahíla de acciones realizadas sin el menor deseo. ¿Es eso la vida o puede que ésta consista exclusivamente en ese absurdo devenir sin pasión ni gracia? Jaime Rosales, director de La soledad, ha compuesto una película que nos habla de la vida; de la vida filmada en directo, con sus momentos aparentemente más trascendentes y, sobre todo, con los instantes más cotidianos; esos que, sumados uno tras otro, acaban convirtiéndose en relevantes por la fuerza del tedio, de la abulia, de la soledad.
Rosales, con toda justicia, ha ganado tres goyas, entre ellos los de mejor película y mejor director, lo que ha provocado que más de medio año después de su estreno se reponga desde hoy en una treintena de salas comerciales. No se esperan riadas de gente en busca de la historia que le ha arrebatado el Goya, contra casi todos los pronósticos, a la exitosa El orfanato. Y si hay alguien que se plantea ir a ver La soledad como un ejercicio de comparación, se estará equivocando. Sería mezclar churras con merinas. El triunfo de La soledad es el del riesgo, el de la experimentación con el lenguaje cinematográfico, el de la búsqueda, aunque también el de la pasión, el de la sensibilidad, el de la garra.
Desde los títulos iniciales, Rosales divide la pantalla en dos en muchas de sus secuencias. La polivisión, ensayada sobre todo a finales de los sesenta y principios de los setenta por gente como Richard Fleischer (El estrangulador de Boston podría ser su película manifiesto), multiplica los puntos de vista, pero lo que normalmente se practica como una solución estética, Rosales lo hace también como solución ética. Ofrece nuevos espacios. Indagando aún más en el magnífico ejercicio de cotidianidad que supuso Las horas del día (2003), su debut en el largometraje, y apoyado en el portentoso trabajo de un extenso plantel interpretativo de pasmosa naturalidad, el director aspira a reducir la distancia entre la verdad de la vida y la verdad del cine, siempre distintas. El hiperrealismo, retratado a través del despojamiento de elementos (ni una nota musical) y de la captura del silencio. Lírica, veraz y profundamente dolorosa, La soledad necesita a un espectador cómplice. Seguro que no son tantos como los cuatro millones que han visto El orfanato (el perfecto producto comercial), pero sí muchos más de los 41.000 que acudieron tras su primer estreno. Ahora tienen una segunda, y fascinante, oportunidad.
Publicado en EL PAÍS . Viernes 08/02/2008

viernes, 8 de febrero de 2008

TS 2.1 Crónica en tres partes

I

Como Bill Murray sin Scarlett
perdido en la traducción
noches de hotel
en ciudades ex habitadas
pantallas que parpadean
como espuma de cerveza

Escenas que se confunden
and so it is
just like you said it would be
pero Natalie tampoco está
and so it is
the shorter story
no love no glory
ni Julia quiere fotografiarme

I can´t take my eyes off of you
(…)
I can´t take my mind off of you
My mind
`till I find somebody new

Ella me habla de tipos con jerseys rojos
me hace preguntas que no quiero contestar
qué colonia uso
o qué cenaré mañana

me dice que le gusta John Cusack
que si he visto Alta Fidelidad
que Ray Loriga escribe de puta madre
que jamás escucha jazz

no me dejan fumar
en esta sala de manicomio
paredes blancas
estériles de cuadros falsos
habitaciones imprecisas
que nunca son la mía

jueves, 7 de febrero de 2008

Inmediateces (I)


No organizo una fiesta
por si no viene nadie.

Cada vez que apuesto ilusiones
es siempre a corazón perdedor.

¿Y a mí quién me consuela?


martes, 5 de febrero de 2008

Tuneo sentimental 1

COSAS QUE NUNCA TE DIRÉ


Dura ya mucho esta guerra
de silencio y abstinencia
tú sigues en huelga de amor
y mis piernas se cierran en banda
ante embestidas sin sentido

los dos traemos
heridas en la razón
hacen falta algo más que besos
para deshacer los blindajes del alma

no malgastemos palabras
ni tiremos de frases de manual
no ensanchemos
este abismo que nos une

no sé si hay abrazos
capaces de borrar las dudas
si una caricia
es parche para el corazón magullado
si seremos capaces de inventar
recuerdos empapados en canciones

tal vez busque echarte de menos
sólo para volverte a encontrar
tal vez aprenda a no asustarme de ti
por ti
contigo

quiero la paz que no me ofreces

encajo cada ataque
con impaciencia enamorada
por si un día ya no nos pesa el tiempo

si pudiera despojarte
de todos tus disfraces
y convencerte de que seas tú mismo
sin balanzas ni prepagos
sin botellas ni dolores
sin dedos que fumar cada mañana

engancharé mis susurros a tu boca
para que nunca dejes de escuchar
los vómitos de mi garganta
cristales que arañan tus pupilas

pido libertad
para que no me dejes sola
para que vuelvas
cada vez que huyo

no se trata de ganar
lo nuestro siempre fue batalla perdida
pero en la lucha
nos hacemos más fuertes

tragamos pastillas de la risa
para sentir que no lloramos
buscando motivos para celebrar
cada día la vida
destrozando nuestros pulgares
contra los puños de la locura

lunes, 4 de febrero de 2008

La voz

De pronto oyó su voz.

Era su voz, sin duda, la reconocería en cualquier parte.

Su primer impulso fue girarse, pero la combinación de pánico y ansia le dejó paralizado.

Siguió andando, aunque más despacio, para que ella le rebasara, deseando por igual que le reconociera y que no, que le saludara y que pasara de largo, mientras seguía enganchado a esa voz.

Hasta que no pudo más y se paró.

La chica iba distraída, hablando con una amiga, así que chocaron.

“¡PERDÓN!”, dijo, dirigiéndose a él.

Él le respondió con una sonrisa, más de alivio que de rabia al comprobar que esta vez tampoco era ella.

“Otra vez será”, pensó.

Y siguió su camino.

sábado, 2 de febrero de 2008

Veneno azul




Escribo azul
con la pluma mágica de los deseos
aunque a veces vengan envenenados.

Emborrono palabras
con la tinta de los sueños
negra como la de los condenados.

A veces los años son un regalo
y las pérdidas un precio razonable
por el billete a la felicidad.

A veces perder es ganar
aunque no nos damos cuenta
y la sal de las lágrimas derramadas
sirve para cicatrizar heridas.